El pasado 6 de mayo acudimos a Biocultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable más importante de España. Esta feria, organizada por la asociación Vida Sana, se celebra anualmente en Barcelona, Bilbao y Madrid y cada dos años en Valencia y Sevilla. Nuestro acto de presencia fue en la 23ª edición de Biocultura Barcelona (del 5 al 8 de mayo de 2016), celebrada en el Palau Sant Jordi.

Quienes hemos ido acudiendo a Biocultura a lo largo de los años, la terminamos sintiendo demasiado “familiar”; una cita que no te quieres perder pero que reporta pocos descubrimientos y muchas caras conocidas. La feria, como el sector bio, no ha parado de crecer y siempre aparecen alguna sorpresa o novedad suelta, pero se repiten mayoritariamente stands, empresas y personas. Resulta curiosa, así mismo, la mezcla de profesionales del sector acudiendo a hacer negocios y consumidores con su carro de la compra dispuest@s a arrasar con los precios especiales de feria y las múltiples degustaciones.

Nos encontramos por allí con nuestr@s amig@s de la asociación L’Era (¡háganse soci@s!) y acudimos a varias conferencias (dos de ellas sobre protectores solares, cáncer de piel y filtros naturales) que nos dieron algunas ideas para futuros textos. Pudimos constatar un incremento de la presencia de marcas de cosmética ecológica, que tuvieron por primera vez dedicado parcialmente un pabellón. Se palpa una mayor atención y un incremento de ventas; no nos extrañaría que, en unos años, lleguemos a ver una feria exclusiva del sector de la cosmética ecológica. Lo que está claro es que este año la feria ha “petado”; el fin de semana se formaron colas bastante grandes para entrar, se cerraron temporalmente los accesos en varias ocasiones por aforo completo y, seguramente, el año que viene la feria tenga que buscar otro emplazamiento más grande en Barcelona.

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Desde Plántate en la ducha nos hemos visto en la tesitura de recomendar productos de marcas de Estados Unidos, Rusia, Italia, etc., en contradicción con nuestras convicciones para con el comercio de proximidad y el Km. 0. Lo que pretendemos es proponer opciones que logran encontrar un equilibrio de calidad-precio que no es usual en un sector que, de momento, apunta a un mercado objetivo muy específico: mujer, a partir de 30 años y con cierto poder adquisitivo; la cosmética ecológica como producto de semi-lujo. Qué más nos gustaría a nosotr@s que una marca española haciendo productos de higiene corporal de uso diario a precios razonables y con ingredientes de cultivo local. Pese a ello, por supuesto que hay proyectos en marcha haciendo buenos productos; algunos de los presentes en esta feria fueron los siguientes:

  • Irati Organic. Marca navarra de cosmética ecológica ligada al proyecto social de producción de plantas medicinales biodinámicas Josenea. Elaboran todo tipo de cremas, champús, desodorantes, etc., certificados por el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra. En su web puedes consultar el INCI de cada producto.
  • Equimercado. Marca, también navarra, de la fundación Adsis. Con certificación ecológica de la Asociación Vida Sana y centrada en el uso de ingredientes de Comercio Justo, cuenta con un amplio catálogo de productos. Además de tiendas físicas, los productos se pueden comprar en su web, donde también podremos consultar el listado de ingredientes.
  • Amapola Biocosmetics (antes llamada Taller Amapola). Marca de Segovia fundada por una farmacéutica, que comenzó fabricando a mano y artesanalmente en un pequeño taller para terminar siendo una de las marcas mainstream del panorama nacional. Cuenta con tienda propia en Barcelona, presencia en más 140 puntos de venta y tienda online. Sus productos cuentan con la certificación de Vida Sana y, en la web, aparece detallado su INCI. Amplio catálogo de productos (incluyendo protectores solares) en el que se echan de menos champú y pasta de dientes.
  • Ecoeko. Marca madrileña de cosmética ecológica artesanal. No cuentan con certificación por decisión propia. Tienen tienda propia en el Mercado de San Fernando (Madrid), además de vender a través de su web y en tiendas de toda España. Puedes visitar el taller donde fabrican sus productos. En su web constan los ingredientes de cada producto. Amplio portfolio, incluyendo una “osada” línea de oncología: aceites para el tratamiento de pieles radiadas.
  • Cal Margarit. Empresa catalana productora y destiladora de lavanda, salvia y caléndula. Con sede en el Alto Urgell (Pirineos Catalanes), donde elaboran cada cosmético con aceite esencial de lavanda certificado ecológico de su propia cosecha. Ingredientes vegetales de origen ecológico, pero sin certificación del producto final. Pocos productos, pero muy bien formulados (habrá que probar su champú): champú, gel de baño, crema corporal, colonia y aceites esenciales. INCI y precios, en su web.
  • Yeidra. Marca de Granada que fabrica cremas y bálsamos hidratantes con alto contenido en ingredientes de origen ecológico (principalmente aceites vegetales de 1ª prensada en frío). Gran parte de sus productos cuentan con certificación de Ecocert. Venta online e INCI de los productos en su web.
  • Ecolactis. Terminamos este repaso de las marcas que nos llamaron la atención en esta edición de Biocultura, y a las que recomendamos seguir la pista, con una marca madrileña muy peculiar: fabrican varios productos a partir de la leche de yegua ecológica procedente de su propia yeguada. Cuentan con las certificaciones del Comité de Agricultura Ecológica de Madrid y el Consejo Catalán de Producción Agraria Ecológica, además de varios premios y reconocimientos. Sus cosméticos son naturales, no ecológicos, y especialmente formulados para pieles atópicas y el tratamiento de la psoriasis. En la feria explicaban muy entusiastamente el éxito de la leche de yegua para controlar los síntomas de psoriasis: menos picores, escozores y reducción de la lesión escamosa. Ingredientes y venta directa en su web.